Reencuentros

Sala Spiral
Rúa de Medios, 22 - 31390 Olite / Navarra
Del 13 de mayo al 8 de junio de 2006


Texto del catálogo
Durante el último año he pintado bastantes cuadros con montañas como tema central. Quizá sean el sustitutivo a las formas cónicas con las que venía trabajando, que incorporaba en los márgenes o el centro del lienzo creando posibles paisajes que ahora busco en la Naturaleza en mis salidas al campo.
Un ejemplo es la Peña de Unzué, al norte de Tafalla, en Navarra, lugar por el que paso varias veces al año.
La falda asciende suavemente cubierta de delicados verdes de carrascas, encinas, almendros y matorral, hasta casi llegar a la cima en la que, de forma explosiva, emerge exuberante su desnudez pétrea ante el cielo negro de la tormenta del norte, se envuelve en algodonosas nieblas antes de romper el día, o la vemos vestida de escarcha las frías mañanas invernales.
Aparece mágica, como habitada por seres ajenos a los automovilistas que pasan acelerados o con indiferencia hacia los habitantes de la aldea de la que toma el nombre y que viven sus días a sus pies.
Decidí acercarme. Eran las primeras horas de la mañana de un día del pasado diciembre. Hacía frío y lloviznaba. No pude salir del coche. Me las apañé para pintar en el interior mientras las nubes cruzaban a gran velocidad el cielo y el sol buscaba entre ellas un resquicio por el que penetrar. Al terminar, el cielo se había despejado y comenzaba a sentirse el calor de los rayos del sol. Un día primaveral en diciembre.